El Proyecto

El proyecto SHADOW se basa en los principios más generales de la integración de los niños con necesidades educativas especiales (NEE) en las escuelas/jardines de infancia ordinarios: «los alumnos con necesidades educativas especiales no necesitan integración: necesitan educación» (Hegarty et al., 1981). En este contexto, las sombras aparecieron en la educación para ayudar a los niños con necesidades educativas especiales: una sombra es un asistente educativo (profesor o no) que trabaja directamente con un solo niño con necesidades especiales durante sus primeros años de escolarización; estos asistentes entienden una variedad de problemas de aprendizaje y cómo apoyarlos en consecuencia. La sombra también debe garantizar una comunicación eficaz entre el profesor y el alumno, y ayudar al alumno a impregnarse del enfoque pedagógico del profesor.

En los diferentes sistemas educativos, los sombras pueden ser más o menos especializados; en los sistemas educativos de gira representados por la asociación, los sombras pueden ser:

  • profesores de apoyo con formación y habilidades pedagógicas; desgraciadamente, su número es insuficiente y no pueden responder a las necesidades de todos los niños con NEE;
  • facilitadores (incluso padres), que son adultos que suelen carecer de las habilidades didácticas y pedagógicas, aunque tengan otras habilidades necesarias (por ejemplo, en algunos casos, los terapeutas pueden ser facilitadores para los niños con autismo).

En esta aplicación, nos referiremos por «sombras» sobre todo a la segunda categoría.

Contar con facilitadores en las escuelas ordinarias puede ser muy difícil, como concluyeron los socios de este proyecto al trabajar directamente con instituciones educativas que integran a niños con NEE; nuestro análisis de las necesidades mostró que:

  • los profesores son reacios a aceptar facilitadores en sus clases, ya que se considera (no necesariamente incorrecto) que no están preparados para participar en actividades educativas, especialmente porque interactúan con toda la clase, no sólo con los niños a los que acompañan;
  • las sombras admiten su falta de conocimientos pedagógicos y didácticos, pero en situaciones en las que no hay personal especializado disponible, consideran que su apoyo puede seguir siendo importante para los niños (especialmente en el caso de los padres que realmente están interesados en ayudar a sus hijos); no son reacios a participar en una formación específica, si está disponible, pero incluso piden que alguien les forme;
  • los directores de los colegios dudan en aceptar sombras en sus colegios, aunque no puedan proporcionar asistencia especializada a los niños con NEE, normalmente por miedo a la reacción de los profesores y los padres de los niños sin NEE, invocando el principio de la mayoría y pidiendo la aprobación del consejo de padres, etc. Por ejemplo, en Rumanía, se necesitó una instrucción específica del Ministerio de Educación en 2020 para reconocer el derecho de los niños con NEE a tener una sombra, ya que muchas escuelas se negaron a este derecho, aunque está establecido en la ley desde 2016.

Al debatir con las tres partes, nuestra asociación llegó a la conclusión de que esas dificultades están causadas por la falta de información y formación tanto de los profesores como de las sombras: los profesores no saben cómo colaborar con los facilitadores y cómo implicarlos en las actividades educativas, mientras que las sombras no están formadas para respetar los principios didácticos y pedagógicos en el aula y ayudar realmente a los profesores.

Por lo tanto, nuestro proyecto se centra en:

  • grupos objetivo primarios: profesores de preescolar, dirección de centros de preescolar, adultos interesados en trabajar como sombras para niños con NEE, sobre todo para desarrollar sus habilidades en el trabajo en equipo para mejorar la calidad de la educación de los niños con NEE;
  • grupos objetivo secundarios: niños con o sin NEE, ya que una mejor integración de los niños con NEE en la educación general mejorará la calidad de la educación de todos los niños en el aula.

Los objetivos del proyecto SHADOW son

1. ampliar los servicios que los socios prestan a los mencionados grupos objetivo primarios integrando dos formaciones innovadoras, una para los profesores que trabajan con sombras y otra para las propias sombras, basadas en nuestra experiencia previa, probada y validada durante el proyecto;

2. Promover el desarrollo institucional mediante el intercambio de buenas prácticas y dos eventos de formación conjunta del personal para el desarrollo mutuo de sus habilidades, especialmente las habilidades para la formación de los profesores y las sombras. El proyecto tiene como objetivo aumentar estas habilidades en un 20% al final del período de ejecución.

3. Potenciar el proceso de internacionalización de todos los socios implicados (incluidos los asociados), que se concretará en un aumento del 10% de la capacidad institucional para organizar y ejecutar proyectos educativos transnacionales.

4. Implementar este proyecto en una asociación transnacional:

  • mejora la calidad de los resultados al aprovechar los diferentes conocimientos de los distintos sistemas educativos
  • facilita la innovación mediante el intercambio de ejemplos de buenas prácticas de diferentes países y la participación de diferentes expertos
  • proporciona más credibilidad a los resultados, animando a nuestros grupos objetivo a utilizarlos.